La felicidad del hombre radica en el pensamiento, su felicidad es un valor imaginario, pues tiene la necesidad de creer en alguien para llegar a ser feliz.
igorethroat
La felicidad del hombre radica en el pensamiento, su felicidad es un valor imaginario, pues tiene la necesidad de creer en alguien para llegar a ser feliz.
igorethroat
Cuando el rockanrol se tornó aburrido y desfascinador, llega un puñado de fenómenos raritos desde la vieja Europa a darle sentido a nuestras vidas, transformando su música en nihilismo puro, agresión, oscuridad y pesimismo. Nos habituados a esta misera realidad, donde es más fácil encontrar una aguja en un pajar que un buen disco de rockanrol y ante la oquedad del sentimiento, he tenido la suerte de toparme con un ejemplar de Strange House de
Aquí les dejo el disco para que lo bajen y un excelente video para videar.
Recordar es volver a vivir. Vegetar aquellos momentos en que la solidaridad reinaba y la unidad era un don nato de la pureza ancestral de cada independencia, es sublimarse, es aprender de un movimiento libertario que vacilaba de inocente. Tiempos inolvidables que me hacen evocar con nostalgia nuestra indomable juventud. Instantes llenos de júbilo y lujuria, de rabia y de dolor, de violencia incontenida y apoyo mutuo. Sentimientos encontrados que difícilmente hallamos hoy en día en una generación marcada con una X en la frente, misma que tiene como marco de referencia la decadencia “radicalizada” del comercialismo televisivo y toda esa mierda mediatizada. El punk ha muerto pese a quien le pese. Lo que se produce en nuestro tiempo es sólo la implosión de un subgénero dentro de la hegemonía cultural tendiendo a desaparecer, dominado por los efectos de la globalización.
De esos tiempos surge en una América traumatizada por los atentados a la embajada un grupo de encapuchados que cantaba al Ayatollah y a
De aquellos fragmentos, sólo el recuerdo es lo único que me queda y por vivir mi antagónico sentir en cada día que escucho estos viejos discos.
Puedes bajar aquí el la música de Stress sólo pincha y listo mantente crusti.
IN GRIND WE CRUST.
Y al abrir los ojos supe que no existía, y sin la razón de mi existir no puedo reconocerme como Ser. Definido por una voluntad impuesta de la existencia soy la negación de todo ilusorio valor humano. Carente de voluntad ante falsedades creadas por la hegemonía de una realidad absoluta, pierdo lentamente la identidad en busca de la seguridad, y en esta larga travesía por encontrar el placer surge un sueño, pasivo, ilógico; momentos de soledad y hastió, momentos en que la angustia es el único consuelo.
Vivo esa utopía sin convicción. Vivo una mente enferma. Vivo desahuciado con la idea de que Dios es una maquina, consumido por la esperanza de un sacrificio filantrópico tan decadente como inhumano. Si Dios existe, es por la devastadora voluntad del hombre y su necesidad de creer en un todo poderoso. Y se atreven a llamarlo Dios que por desconocido no es más que un ser, banales ideas que surge de las exigencias cosmopolitas. Frivolidades.
Soy mi propio Dios.